SUELO PÉLVICO

Estamos especializados en el campo de la fisioterapia de suelo pélvico para poder adaptar el tratamiento a cada síntoma y signo que presente cada paciente en su patología.

Las patologías de suelo pélvico más frecuentes que tratamos:

  • Disfunciones miccionales: incontinencia urinaria de esfuerzo, incontinencia urinaria de urgencia, incontinencia urinaria por rebosamiento, incontinencia urinaria mixta y vejiga hiperactiva.

  • Disfunciones intestinales:

    • Estreñimiento: patología muy extendida en la población debida al ritmo de vida actual, y cuyos síntomas generan dolor, dificultad al defecar, molestias abdominales, gases, etc. El estreñimiento crónico es uno de los factores de riesgo más importantes que pueden desembocar en incontinencia urinaria de esfuerzo, hemorroides, fisura anal, infecciones urinarias de repetición, prolapso o caída de órganos…

      Gracias a la fisioterapia se puede reeducar la función evacuatoria del recto y de sus estructuras musculares, para permitir una correcta salida de las heces sin provocar un descenso visceral o perineal.

    • Hemorroides y fisuras anales: Las hemorroides surgen cuando hay congestión, dilatación y aumento del volumen de los vasos vasculares submucosos. Los factores desencadenantes son hábitos defecatorios erróneos, dieta pobre en fibra, poca ingesta de líquidos, estreñimiento, diarrea, embarazo y abuso de laxantes. El tratamiento de fisioterapia irá encaminado a modificar hábitos erróneos, recuperar la funcionalidad de la zona y mejorar la vascularización.

      La fisura anal es una úlcera en el canal anal, puede ocurrir cuando se hace mucho esfuerzo en la defecación y las heces son muy duras, rasgando así la mucosa del canal anal. Esto causa una hipertonía de la musculatura esfinteriana. El tratamiento de fisioterapia consistirá en aliviar el dolor e inflamación local y disminuir la hipertonía del esfínter.

    • Incontinencia fecal e incontinencia de gases: pérdida involuntaria de materia sólida, líquida o gases por una insuficiencia de la musculatura de los esfínteres del recto.

      El esfínter externo o ano, es una estructura muscular del suelo pélvico cuya función principal es la continencia de las heces y los gases. Hace falta un diagnóstico médico que nos especifique la causa de la incontinencia, ya sea por un déficit del esfínter anal, un aumento del ángulo ano-rectal por déficit del músculo puborectal, una alteración de la sensibilidad o capacidad rectal, o incluso por una afectación neurológica, ya sea por traumatismo directo en la zona perineal como un parto o una cirugía.

      Nuestro trabajo consistirá en establecer un tratamiento de fisioterapia para normalizar las estructuras musculares responsables de la continencia.

  • Disfunciones sexuales: la sexualidad sigue siendo un tema tabú, pero tanto hombres como mujeres pueden experimentar dolor o incomodidad durante las relaciones sexuales.

    Las patologías más frecuentes son:

    • Vaginismo: Espasmo muscular involuntario que impide la penetración durante el coito, siendo ésta muy dolorosa o imposible. La fisioterapia ayudará a la relajación de la musculatura perineal mediante diferentes técnicas.

    • Dispareunia: Dolor constante durante la penetración o en ocasiones dolor al finalizar las relaciones sexuales. Esto puede ocurrir por diferentes factores, como presencia de cicatrices, falta de lubricación, déficit de estrógenos, vaginitis, prolapso… El tratamiento consistirá en elastificar los tejidos y disminuir el dolor.

    • Anorgasmia: Disminución o ausencia de la sensibilidad durante el coito, lo que provoca una disminución de la intensidad del orgasmo o ausencia del mismo. Esto se debe a diferentes factores como pueden ser la menopausia, el estrés, antecedentes obstétricos o quirúrgicos, etc. La fisioterapia abordará la parte funcional de esta patología.

  • Preparación al parto: La preparación al parto está indicada en aquellas mujeres que quieren vivir su embarazo de forma activa y saludable. Las mujeres que realizan ejercicio físico durante el embarazo suelen tener partos más cortos, con menos intervenciones y con una recuperación más rápida.

    El tratamiento consistirá en preparar tu suelo pélvico para el momento del parto, trabajando la flexibilización y elasticidad de la musculatura perineal con el objetivo de prevenir posibles traumas perineales en el momento del parto.

    Una de las técnicas más utilizadas es el masaje perineal, donde buscamos un aumento de la vascularización, un aumento de la elasticidad del tejido y una relajación de la zona perineal en el momento del parto.

    Se puede empezar a realizar a partir de la semana 32 de gestación hasta término. Te enseñaremos a hacerlo y si lo prefieres, podemos trabajarlo en consulta.

  • Recuperación post-parto: Es importante una revisión post-parto realizada por el fisioterapeuta pasada la cuarentena. En esta revisión, valoramos cómo se encuentran las estructuras que forman el suelo pélvico y la musculatura abdominal, independientemente del tipo de parto que hayamos tenido (vaginal o cesárea).

    Los objetivos de la fisioterapia en este caso serán prevenir o tratar la incontinencia, disminuir el dolor, corregir la postura, evitar el estreñimiento, proteger y reforzar el suelo pélvico y tonificar el abdomen.

    Tratamos también las posibles secuelas del parto, como pueden ser las cicatrices por episiotomía o cesárea, la diastasis abdominal o la flacidez.

    Para esto contamos, además del tratamiento individual en consulta, con grupos reducidos de Gimnasia Abdominal Hipopresiva.

  • Dolor pélvico crónico: este tipo de patología, de difícil diagnóstico, se caracteriza por dolor en la pelvis, tanto a nivel interno como de todas las estructuras músculo esqueléticas, que hacen que el paciente no pueda realizar actividades normales como sentarse, realizar ejercicio físico o incluso incapacitarlo a nivel socio-familiar.

    Los síntomas más comunes son la disfunción sexual, dolor perineal que cursa con pinchazos y alteración de la mecánica defecatoria y de la micción

    Cada caso debe ser estudiado por un médico especialista para establecer un correcto diagnóstico y descartar cualquier otra causa relacionada con los síntomas.

    La fisioterapia es una terapia eficaz que actúa a nivel de todas las estructuras musculoesqueléticas y pelviperineales que puedan estar afectadas y que pueden ser la causa de la cronificación del dolor.

  • Cicatrices perineales y abdominales: episiotomía, cesáreas, desgarros perineales…ç

  • Recuperación post-cirugía: prostatectomía, cirugía digestiva o proctológica.

    La fisioterapia juega un papel esencial en la recuperación de cualquier cirugía, ya que, con un tratamiento postoperatorio precoz y bien orientado se potencian los resultados de la misma, se contribuye a evitar, en la medida de lo posible y según los casos, nuevas recidivas y se acortan los plazos de recuperación.

    Con la fisioterapia se mejora la elasticidad de los tejidos para generar una correcta cicatrización, tanto a nivel interno como externo, y así, favorecer la movilidad de los tejidos afectados.

    Se tratan también las secuelas que puedan quedar de cirugías de cáncer de colon (colostomizados) y reservorios de sustitución; así como las secuelas que se originen tras una prostatectomia, tales como la incontinencia urinaria o la disfunción sexual.

  • Prolapsos: descenso de los órganos de la cavidad pélvica. Existen diferentes tipos de propaso dependiendo del órgano que esté afectado.

    • Cistocele: Descenso de la vejiga.

    • Histerocele: Descenso del cuello del útero.

    • Enterocele: Prolapso del intestino degrado a través de la cúpula vaginal. Muy común en mujeres histerictomizadas.

    • Rectocele: Descenso del recto a través de la pared posterior de la vagina

      Los prolapsos se clasifican en cuatro grados dependiendo del estadío en el que se encuentre el descenso del órgano, siendo grado 0 ausencia de prolapso y grado 4 prolapso situado fuera de la vagina.

      Los síntomas asociados a esta patología son: incontinencia urinaria, sensación de pesadez o bulto en la zona genital y en algunos casos dolor.

      Estos síntomas pueden desaparecer completamente o mejorar de forma importante con la fisioterapia en grados iniciales (grados 1 y 2), ya que dependiendo del grado de prolapso será necesaria la cirugía.

  • Diástasis Abdominal: es una condición que ocurre cuando el tejido conectivo entre los rectos abdominales se elongan demasiado. Esta condición es frecuente en las mujeres embarazadas (aunque puede ocurrir en otros casos) debido a la progresiva expansión que ocurre a nivel del vientre abdominal por el crecimiento del feto.

    También se relaciona con:

    • Una mala estabilización del centro corporal, del core, lo que repercute directamente en el mantenimiento de la postura. ​

    • Dolores de espalda. ​

    • Problemas digestivos: malas digestiones, gases, estreñimiento. ​

    • Posibilidad de herniación de las vísceras abdominales.

  • Dismenorrea: La presencia de dolor menstrual genera unos condicionantes en la vida diaria de las mujeres jóvenes en edad reproductiva.

    El objetivo de la fisioterapia en el tratamiento de la dismenorrea es sólo actuar para mejorar el estado de salud durante la menstruación y evitar desencadenar o incrementar la sintomatología de determinados cuadros con sensibilización central, o generar daños a nivel cerebral al aminorar la clínica.

  • Coccigodinia: lesión común que afecta sobre todo a mujeres entre los 20 y 50 años. Hace referencia al dolor presente en el coxis y en la articulación sacroccocígea con sus partes blandas. Sus causas son diversas: caída de nalgas, microtraumatismos (en personas obesas que se estén continuamente sentando), mediante fricción por ejemplo en ciclismo, coccigodinia tras parto complicado, lumbalgias crónicas, artrodesis lumbares, un aumento en el tono de la musculatura del suelo pélvico, conflicto discoligamentoso lumbosacro o patología vascular.